Urban Journalism Institute
Municipal Times Journal

ALCALDES Y ALCALDESAS ADOPTAN LA PROTECCIÓN DE MIGRANTES Y REFUGIADOS EN TODO EL MUNDO

Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU) logró un hito importante con el lanzamiento de la Carta de Lampedusa durante la séptima edición de su Congreso Mundial en Daejeon, República de Corea. La Carta aborda la movilidad humana digna y la solidaridad territorial, repensando la ciudadanía más allá del estatus administrativo y centrando las acciones en torno a la dignidad y la solidaridad. También sienta las bases para un marco de gobernanza renovado que se construye sobre las realidades territoriales y establece el “Derecho a la Ciudad” como un principio fundamental.

El proceso de Lampedusa aprobó, renovó y amplió los compromisos después de dos años de consultas con cientos de participantes. Más de 90 contribuciones directas han dado forma al documento final. Más de 300 representantes de ciudades y regiones de todo el mundo, 20 organizaciones internacionales y de la sociedad civil, y más de 30 redes han participado en el proceso, que ha contado con el apoyo de las secciones regionales de CGLU.

Para los gobiernos locales y regionales, los temas de migración y desplazamiento no son solo una cuestión de fronteras, sino más bien son factores de empuje y atracción que conducen a las personas en busca de oportunidades. Más allá de los desequilibrios económicos, demográficos y territoriales que exacerban tendencias como la concentración de la fuerza de trabajo y la urbanización acelerada, una variedad de factores interrelacionados también contribuye a la movilidad humana. Estos incluyen el cambio climático, las desigualdades y otros patrones de opresión y conflicto, los cuales crean condiciones cada vez más difíciles para los migrantes (como causa de su desplazamiento y como una realidad en su lugar de asentamiento). Por elección o por necesidad, abandonar el lugar de origen se vuelve particularmente difícil para grupos estructuralmente discriminados por razones de género, edad, raza, religión, identidad y orientación sexual, entre muchas otras.

La Carta de Lampedusa fue inspirada por Totò Martello, ex alcalde de Lampedusa, Italia, con el apoyo de Mohamed Wajdi, vicealcalde de Sfax, Túnez. En el lanzamiento, Martello subrayó que “la Carta de Lampedusa es un punto de no retorno en el largo camino hacia la construcción de una sociedad mejor. Si una persona está en el mar y necesita ayuda, debe ser rescatada sin importar el por qué, el color de su piel o su estatus”.

La Carta incluye un llamamiento a la comunidad internacional para, entre otras cosas, erradicar la criminalización de la migración; promover alternativas a la detención; mejorar el cuidado, en particular para niños y jóvenes; modificar los marcos legales para aumentar las vías para la migración regular; ampliar los marcos e instrumentos de protección; e implementar el acceso universal a la cobertura de salud para todos, con independencia de su estatus migratorio.

Una petición importante de la Carta es el establecimiento de alianzas globales para oponerse a la creación de asentamientos o campamentos de enclave, trabajando para garantizar que todas las poblaciones migrantes, refugiadas y desplazadas tengan derecho a trasladarse a grandes ciudades y a ciudades intermedias que les ofrezcan medios de vida dignos. La Carta también apela a la restauración de la dignidad y el recuerdo de quienes han sufrido la violencia y han muerto en su búsqueda de seguridad y oportunidades. La Carta reconoce y se basa en los esfuerzos y declaraciones anteriores de CGLU que abogan por comprender que la movilidad humana es un fenómeno natural y legítimo, una fuente de innovación y un motor clave de la urbanización.