Representantes de ciudades y gobiernos locales compartieron un espacio de reflexión durante la última jornada de la Cumbre Urbana de Bruselas, el 15 de junio, para resumir los debates mantenidos durante estos tres días.
Greg Clark, urbanista y moderador de las sesiones plenarias diarias, planteó la pregunta inicial de las conclusiones: ¿qué iniciativas urbanas se han identificado para abordar los retos a los que nos enfrentamos, que han sido capitales en el diálogo de la semana? La principal constatación cuando las ciudades se reúnen, como destacó Carolina Cosse, alcaldesa de Montevideo y presidenta de CGLU, es que, en mayor o menor medida, todos nos enfrentamos a los mismos problemas. Compartimos un reto común que obliga a los gobiernos locales a idear estrategias cotidianas y a resolver los problemas del día a día. «Cada ciudad tiene sus propios retos, pero hay puntos de convergencia. Las ciudades son las defensoras de la democracia, y todos desempeñamos un papel crucial en ellas».
Dagur B. Eggertsson, alcalde de Reikiavik, afirmó que esta reunión de agentes interdisciplinarios ha fomentado un nuevo nivel de energía. «Como colectivo de alcaldes, aspiramos a defender la libertad», trabajando en soluciones similares y compartiendo conocimientos y buenas prácticas. Eggertsson también hizo hincapié en la vivienda como una de las cuestiones críticas de nuestro tiempo, supeditada a una gestión eficaz que garantice tanto la accesibilidad como la calidad para ofrecer unas condiciones de vida favorables.
Reconociendo que esta Cumbre de Bruselas es la primera de este tipo, Pascal Smet, secretario de Estado de Urbanismo y Relaciones Europeas e Internacionales de Bruselas, destacó la conexión sin precedentes establecida entre los participantes: «Esta cumbre histórica ha reunido, por primera vez, a las mayores redes de ciudades del planeta, facilitando conexiones y puntos de encuentro únicos entre ciudades de todo el mundo». Los principales retos, como la migración, las desigualdades sociales y económicas, la falta de oportunidades y el cambio climático, son comunes. «Es crucial unirse en torno a estas cuestiones, intercambiar perspectivas y colaborar con los países que se encuentran en fase de expansión o urbanización, como es el caso de África».
Tras reconocer que queda mucho trabajo por delante, Greg Clark, para concluir la Cumbre Urbana de Bruselas, preguntó qué se espera y qué se debe priorizar en el próximo año. Burkhard Jung, alcalde de Leipzig y recién elegido presidente de Eurocities, abogó por las asociaciones, al tiempo que se prioriza la defensa y promoción de los valores europeos, en particular la democracia, a la hora de afrontar los retos a corto y largo plazo y aplicar medidas que garanticen la buena gobernanza. «La cooperación es indispensable para encontrar soluciones urbanas. Unas ciudades empoderadas pueden hacer frente a los retos actuales, y la elaboración de políticas a escala de la Unión Europea no será eficaz sin la participación de las ciudades».
Carolina Cosse subrayó el reto financiero al que se enfrentan la mayoría de las ciudades cuando realizan inversiones a largo plazo dentro del sistema financiero actual. Eggertsson también abordó la financiación, centrándose en la colaboración económica a varios niveles de gobierno y la implicación del sector público-privado. Además, una buena urbanización puede crear riqueza y oportunidades.
En conclusión, es importante mantener la interconexión forjada a través de la Cumbre Urbana de Bruselas para abordar las innumerables cuestiones deliberadas durante estos tres días de intenso debate. Por encima de todo, la colaboración entre las organizaciones y las partes interesadas es crucial. Para lograr el cambio, la cooperación es primordial. Aprovechemos nuestro poder colectivo y reconozcamos el potencial que tenemos cuando trabajamos juntos.