En la última jornada de la Cumbre Urbana de Bruselas tuvo lugar una esclarecedora conversación en la que participaron alcaldes turcos que compartieron sus experiencias al frente de sus ciudades tras el devastador terremoto del pasado mes de febrero. El diálogo giró en torno a ideas y estrategias para lograr una respuesta y una recuperación eficaces tras las catástrofes naturales.
Considerado uno de los desastres naturales más graves del último siglo, el terremoto se saldó con la trágica pérdida de más de 4.000 vidas y dejó cerca de 16.000 heridos. La situación de crisis creada por la catástrofe obligó a cubrir necesidades básicas de millones de personas, como refugio, alimentos, agua potable y saneamiento.
La conversación fue presentada por Yücel Yilmaz, alcalde de Balikesir, presidente de la Unión de Municipios de Turquía y embajador del Pacto para el Futuro de la Humanidad. Yilmaz expresó su gratitud a la comunidad internacional y a la asociación internacional de alcaldes, incluidas CGLU MEWA, Metropolis y Eurocities, por su increíble apoyo y la importante movilización de recursos.
Tunç Soyer, alcalde de Esmirna, la ciudad más afectada por el terremoto, subrayó la importancia de la formación y la preparación para gestionar eficazmente este tipo de crisis. La formación continua es crucial para desarrollar la capacidad de responder con prontitud y eficacia. Extraer lecciones de experiencias pasadas es primordial para garantizar la preparación ante futuras catástrofes.
Ugur Ibrahim Altay, alcalde de Konya, subrayó que su principal objetivo tras el terremoto era garantizar el suministro de agua potable, teniendo en cuenta la destrucción de las infraestructuras vitales. Cansel Tuncer, secretaria general de la Municipalidad Metropolitana de Antalya, recalcó la necesidad urgente de proporcionar refugio a miles de personas desplazadas debido a la destrucción de unos 300.000 edificios.
El teniente de alcalde de Kilis, Mustafa Tohumcu, explicó que, aunque la ciudad no sufrió daños significativos a causa del terremoto, experimentó un aumento de población del 40 %, lo que supuso una inmensa presión sobre los servicios urbanos.
Seyma Dögücü, alcaldesa de Sancaktepe, incidió en la importancia de la solidaridad y los esfuerzos colaborativos a la hora de responder a este tipo de desastres, haciendo hincapié en la fortaleza que se deriva del trabajo conjunto.
La perspicaz conversación entre los alcaldes turcos arrojó luz sobre las estrategias eficaces de liderazgo tras el terremoto. Las experiencias compartidas y las lecciones aprendidas contribuirán sin duda a mejorar la respuesta a los desastres y los esfuerzos de recuperación en el futuro, de modo que se garantice una mejor preparación y apoyo a las comunidades afectadas en todo el mundo.