Un año histórico para Novi Sad
Nemanja Milenković
Director de la Fundación Novi Sad Capital Europea de la Cultura
Para cualquier ciudad que se convierte en Capital Europea de la Cultura, solo su puesta en marcha es ya una hazaña. En el caso de Novi Sad, entre la COVID-19 y la situación en la que se encuentra Europa desde marzo de 2022, lo ocurrido es poco menos que un milagro. Todo lo que prometimos, no solo lo hemos cumplido, sino que lo hemos superado, a pesar de que, en 2015, cuando presentamos la candidatura por primera vez, nos parecía un proyecto ambicioso, incluso de ensueño. Por ejemplo, en lugar de tres nuevos espacios para la cultura, ahora tenemos nueve, y habrá aún más. En lugar de renovar «solamente» el antiguo astillero, también se está renovando el Suburbium, un barrio de 300 años de antigüedad. Esto ha contribuido a que se iniciara la renovación del Almaš y otros barrios. Se ha terminado la Sala de Conciertos de la ciudad, junto con la Escuela de Música y Ballet, y nadie hubiera sospechado que tendríamos a un director artístico de importancia mundial como Stefan Milenković al frente de esas instituciones recién inauguradas. Por lo tanto, todo se ha logrado por partida doble, y a menudo incluso más.
En cuanto al programa, hemos sentado un gran precedente. Se dice que la Capital Europea de la Cultura es un proyecto de cofinanciación, pero muy pocas Capitales de la Cultura han funcionado de la manera en que nosotros lo hemos hecho. Al conectar a todas las partes interesadas, sabíamos que obtendríamos un valor añadido. Con uno de los presupuestos para el programa más reducidos de una Capital Europea de la Cultura (CEC), prácticamente hemos duplicado ese valor. ¿En qué sentido? Desde el inicio, ante las instituciones y la escena extrainstitucional, defendimos el principio «Gente, esto es un proyecto conjunto». Sostuvimos que los futuros programas estuvieran conectados con las ciudades que más éxito tuvieran participando en este proyecto y que se concedieran a estas. El concepto de capitalidad europea implicaba que planificarían la estructura del programa anual junto con nosotros. Gracias a la cultura de la unión, hemos superado las limitaciones que se nos planteaban. Trabajando juntos, conseguimos presentar la increíble cifra de 4.000 eventos y 6.000 artistas participantes de todo el mundo, en un solo año.
El año 2022 fue histórico, por decirlo en pocas palabras, tanto en el sentido espacial, con 40.000 m2 renovados, como en cuanto al programa, sabiendo que artistas de talla mundial formaban parte de la vida cotidiana de Novi Sad, con una media de diez eventos al día.
Además de todo esto, debo señalar que el éxito es aún mayor si se tiene en cuenta que ninguna ciudad anfitriona ha tenido preparados los programas antes del año de la capitalidad. Con todo lo ocurrido en 2022, ya hemos organizado seis eventos anuales Dočeks y cinco Caleidoscopios de la Cultura, que a su vez han sido galardonados con el premio European Trend Brand en el ámbito de la cultura. De ahí que la única recomendación del último grupo de evaluación de la Comisión Europea fuera que mantuviéramos el legado que habíamos creado, lo que era el mayor elogio posible. Por lo tanto, basándome en los resultados y las cifras, puedo afirmar que esta es una de las mejores Capitales Europeas de la Cultura de la historia, lo que se confirma además con la concesión del Premio Internacional Melina Mercouri.
Todas las capitales de la cultura realizan una propuesta de legado. Nosotros lo establecimos en 2016, siete años antes de nuestra capitalidad cultural, a través de personas, procesos, lugares y programas. En cuanto a los recursos humanos, los jóvenes profesionales siguen viviendo y trabajando en Novi Sad y en la región. Continuaremos desarrollando los legados espaciales y programáticos, que constituyen un modelo único en Europa: una red de espacios culturales en barrios y ciudades más pequeñas, pueblos y aldeas cercanos a Novi Sad; el Distrito; la Sala de Conciertos de la ciudad; el programa y los eventos Doček y Caleidoscopio de la Cultura, y las Banderas del Futuro, entre otros.
Además, los conocimientos que se crearon durante la capitalidad cultural no se han quedado solo en Novi Sad, sino que se han extendido por toda la región de los Balcanes y el resto de Europa del Este. Estoy muy orgulloso del equipo de gente joven, creativa y dedicada que perseveró en este viaje único.
Emerik Feješ
(Osijek, 1904 – Novi Sad, 1969)
está considerado uno de los representantes más importantes del arte naíf en la antigua Yugoslavia y fue protagonista de la escena artística urbana. Trabajó como fabricante y comercial de botones, y como dependiente de tiendas de antigüedades en varias ciudades de Yugoslavia. En Novi Sad, debido a una enfermedad, abandonó su oficio y, en 1949, comenzó a pintar. Pintó ciudades que en la mayoría de los casos nunca había visitado, gracias a postales y fotografías en los periódicos. En octubre de 2022, se organizaron dos exposiciones para mostrar la obra de Feješ, dentro del programa oficial de Novi Sad Capital Europea de la Cultura 2022. En la primera, en el Centro Cultural de Novi Sad, se expusieron obras procedentes de la colección del Museo de Arte Naíf y Marginal de Belgrado; en la segunda, en la Oficina de Turismo de Novi Sad, se mostraron las pinturas de Feješ junto con las del vietnamita Vũ Dân Tân, otro artista autodidacta.
Vũ Dân Tân
(Hanoi, 1946-2009)
Se ha calificado como uno de los primeros artistas contemporáneos y conceptualistas del Sudeste Asiático. A lo largo de sus carreras, estos dos pintores del siglo XX autodidactas y poco convencionales mostraron sus visiones de Europa: Feješ, que nunca la recorrió debido a su pobreza, con sus cuadros de ciudades; y Vũ Dân Tân, un artista que viajó mucho, con sus series Money, de imágenes y textos, en las que desafiaba las ortodoxias artísticas de la época con su libertad formal y originalidad semántica. Vũ Dân Tân es una figura importante en la historia del arte vietnamita, tanto por su producción artística como por su papel como impulsor precoz del arte contemporáneo en Vietnam.