Ciudades del Sí para enfrentar a la crisis de la vivienda
En las grandes ciudades de los Estados Unidos crece el movimiento YIMBY (acrónimo de «Yes In My Backyard»: ‘Sí en mi patio trasero’, en inglés), en respuesta a la falta de vivienda asequible. Ya no se demonizan la recalificación, la reconversión, el relleno y el aumento de la densidad en los centros urbanos. La concentración de nuevas viviendas asequibles en barrios de ingresos bajos está en el centro del debate político, ya que perpetúa las desigualdades y la discriminación. Por fin se presta una atención crítica y transformadora a la ordenación del territorio.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, en un artículo publicado en The Economist (The World Ahead 2023), abogaba recientemente por decir «sí» a la construcción de nuevas viviendas porque es un primer paso para lograr el fin de la crisis habitacional. Afirmaba, en definitiva, que «no estamos construyendo suficientes viviendas». Adams ha anunciado cambios en la normativa de zonificación para «facilitar la construcción de nuevas viviendas que ayuden a familias con distintos recursos económicos y corrijan los errores racistas del pasado». Otras ciudades y estados demócratas, como Boston y California, trabajan en la misma dirección como una solución ante los elevados costes de la vivienda y la situación de las personas sin hogar.
El movimiento YIMBY, como plataforma en favor de la vivienda, no es nuevo. Sin embargo, está cobrando más fuerza que nunca. «La política de vivienda está cambiando por primera vez en décadas, ya que los cargos electos han expresado su apoyo a reformas en favor de la vivienda que solo unos meses antes se habrían descartado de plano», escribía Annemarie Gray en City & State New York el 28 de diciembre de 2022. Gray fue asesora en temas de vivienda del exalcalde Bill de Blasio y del alcalde Eric Adams. Desde octubre de 2022, es la directora ejecutiva de la organización sin ánimo de lucro en favor de la vivienda, y dirigida por voluntarios, Open New York (ONY).
El enfoque del movimiento YIMBY apoya el aumento de la oferta habitacional mediante la reutilización de edificios obsoletos para convertirlos en viviendas o la recalificación y densificación de viviendas en barrios privilegiados. Por ejemplo, Open New York defendió la propuesta de una coalición de 21 grupos para recalificar el SoHo y el NoHo con el objetivo de aumentar la cantidad permitida de viviendas en ambos barrios. La recalificación fue aprobada a finales de 2021 por el alcalde De Blasio e incluía 900 unidades de vivienda asequible.
En 2017, la ciudad aprobó la Ley de Vivienda Inclusiva Obligatoria, que obliga a los promotores a incluir al menos un 25-30 % de unidades asequibles en los nuevos proyectos residenciales. La «redensificación» de los centros urbanos no repercute directamente solo en la integración social y económica, sino que también contribuye a reducir la huella climática de las ciudades.
El estado de California aprobó en 2022 una nueva e importante legislación que reforma el uso del suelo para así aumentar la densidad de viviendas en los centros urbanos y agilizar el proceso para la obtención de los permisos de construcción. De esta forma, se aumentarán las unidades destinadas a hogares con ingresos medios y bajos.
El 1 de febrero de 2023, el gobernador Gavin Newsom validó el nuevo plan de vivienda de San Francisco, que prevé la creación de más de 82.000 viviendas en los próximos ocho años. Es más del triple de la media anual de producción de nueva vivienda en la ciudad durante los diez años anteriores. Más de la mitad serán viviendas asequibles para hogares con ingresos bajos y moderados. La alcaldesa de San Francisco, London Breed, declaró durante la presentación del plan que «es esencial para que nuestra economía se recupere, para que los trabajadores puedan permitirse vivir cerca de sus puestos de trabajo, para que las familias crezcan y prosperen, y para que el gobierno afronte problemas críticos como las personas sin hogar y el cambio climático».
Además de incrementar el número de viviendas en barrios céntricos y de gran oportunidad, los YIMBY también han presionado para que se adopten otras políticas que mejoren la protección de los inquilinos, como la estabilización de los alquileres y los derechos de los inquilinos. Open New York acaba de publicar su Agenda Política 2023 y ha anunciado que forma parte de una «nueva coalición estatal en favor de los hogares», New York Neighbors, cuyo objetivo es aumentar la oferta de vivienda y crear más hogares asequibles para hacer frente a la extenuante escasez habitacional en el estado.
La Asociación de Planes Regionales de Nueva York es uno de los 35 miembros de esta nueva coalición. Sus últimos datos indican que, durante los próximos diez años, es necesario construir en el estado de Nueva York más de 800.000 viviendas (un aumento del 9,8 %) para combatir las necesidades actuales y al crecimiento previsto de la población y del empleo. Estas cifras concuerdan con la estrategia recientemente presentada por la gobernadora Kathy Hochul para hacer frente a la crisis de la vivienda en Nueva York, el New York Housing Compact.
Con motivo de la presentación de la estrategia de vivienda de Hochul, se ha hecho pública la primera declaración oficial de New York Neighbors, en la que se «aplaude esta innovadora financiación que ayudará a los municipios a que, con el enfoque que decidan aplicar, aumenten su oferta de vivienda».
New York Housing Compact incluye requisitos de participación local para alcanzar los objetivos de creación de nuevas viviendas en un ciclo de tres años. Los municipios atendidos por la Autoridad Metropolitana del Transporte, donde la necesidad de vivienda es más acuciante, incluida la ciudad de Nueva York, tendrán que rezonificar para lograr un desarrollo residencial de mayor densidad, con un objetivo del 3 % de nuevas viviendas en tres años.
Los YIMBY deben trabajar intensamente para informar e instruir sobre los beneficios de un mayor desarrollo de la vivienda y convencer a los ciudadanos de que son necesarias más viviendas en la ciudad. Hasta ahora, abogar por centros urbanos más densos parecía reservado solo a unos pocos visionarios que nadaban a contracorriente. Si el movimiento consigue que se continúen reuniendo las partes interesadas de distintos sectores y que cambie la legislación urbanística y del suelo en favor de una vivienda más asequible, podríamos estar por fin ante el camino que conduce a unos lugares para vivir más equitativos y asequibles.
YIMBY frente a NIMBY
El movimiento YIMBY (acrónimo de «Yes In My Backyard»: ‘Sí en mi patio trasero’, en inglés) está ganando terreno con rapidez en muchas ciudades de los Estados Unidos, ya que sus habitantes tratan de crear entornos urbanos más habitables y asequibles para sí mismos y para las generaciones futuras. En oposición directa al tradicional movimiento NIMBY (acrónimo de «Not In My Backyard»: ‘No en mi patio trasero’, en inglés), los YIMBY se centran en crear viviendas para todos, con independencia de los ingresos o la procedencia de las personas, y en promover que las ciudades sean densas y transitables. El movimiento YIMBY tiene sus raíces en la crisis inmobiliaria de finales de la década de 2000, cuando muchas ciudades del país experimentaron una falta acentuada de viviendas asequibles. El NIMBYismo recrudeció esta escasez, ya que los residentes de muchas ciudades se esforzaron en bloquear la construcción de viviendas que eran muy necesarias.
Alegaban posibles problemas de tráfico, ruido y otras cuestiones relacionadas con la calidad de vida. Los YIMBY, por el contrario, trabajan para crear más viviendas en ciudades de todos los tamaños, al tiempo que promueven un desarrollo equitativo y sostenible. Defienden que el aumento de la densidad y la existencia de barrios transitables son esenciales para crear ciudades habitables y asequibles. Los YIMBY también reconocen que muchos de los problemas que mencionan los NIMBY, como el tráfico y el ruido, pueden mitigarse con un desarrollo bien diseñado, y que las ciudades necesitan adoptar la densidad y la transitabilidad para crear zonas urbanas vibrantes y habitables.