Urban Journalism Institute

La resiliencia urbana, en acción

La resiliencia urbana, como parte de las estrategias de reducción del riesgo de desastres, es fundamental para lograr el desarrollo urbano sostenible. La mejora de la resiliencia urbana también está estrechamente relacionada con el cambio climático.

La importancia de la reducción del riesgo de desastres, y en particular de la resiliencia local, ha sido reconocida en varios documentos y acuerdos internacionales, entre ellos la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y la Nueva Agenda Urbana.

El más relevante es el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030. En este documento se identifican las oportunidades para alcanzar los ODS mediante la reducción del riesgo de desastres, como la disminución del grado de exposición y la vulnerabilidad de los pobres a los desastres y la construcción de infraestructuras resilientes. En el presente año concluye el examen intermedio de la implementación del Marco de Sendai. Los días 18 y 19 de mayo de 2023 se celebrará en Nueva York una Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General para adoptar una declaración política concisa y orientada a la acción cuyo fin es renovar los compromisos y acelerar la implementación del Marco de Sendai.

Hanoi, Vietnam © Frida Aguilar Estrada
Kampung Biru Arema, Indonesia © Silas Baisch

¿Por qué es importante la resiliencia urbana en el contexto internacional actual?

El 15 de noviembre de 2022, la población mundial llegó a los ocho mil millones de personas. Con el aumento global de la población (sobre todo la urbana, que crece con una gran rapidez), en las ciudades se concentran los principales retos y oportunidades tanto para el planeta como para la sociedad, en particular ante el cambio climático. Mientras los gobiernos negocian y buscan soluciones, muchas ciudades se enfrentan ya al impacto del cambio climático. Las ciudades resilientes hacen frente mejor a los desastres, protegen las vidas humanas, se preparan para las crisis futuras y promueven un bienestar sostenible. La resiliencia urbana no solo tiene que ver con la resiliencia física, económica y social. Abarca un nuevo modelo de gobernanza que mitiga los riesgos y responde a los retos cambiantes. Construir la resiliencia urbana es increíblemente complejo, requiere la coordinación entre muchos actores y una visión holística de la ciudad y sus problemas.

La necesidad de una mayor resiliencia se hizo aún más evidente durante la pandemia de la COVID-19, cuando las ciudades y los alcaldes fueron los primeros en enfrentarse a la crisis sanitaria. Los gobiernos locales y regionales estuvieron a la vanguardia del apoyo a los ciudadanos y fueron capaces de salvaguardar los medios de subsistencia al tiempo que preservaban el desarrollo económico. Se priorizó de nuevo el gasto local para proteger el empleo, apoyar a las pequeñas empresas y promover formas alternativas de producción y consumo basadas en la economía social y compartida.

Al mismo tiempo, las grandes ciudades, sobre todo las capitales, lideraron los esfuerzos de respuesta y sirvieron de ejemplo a otras. Muchas ciudades de Asia lograron contener la propagación de la pandemia en las primeras fases, y más tarde difundieron información sobre las medidas de prevención y lanzaron campañas de vacunación. Por ejemplo, Hanói, la capital de Vietnam, recibió el reconocimiento internacional en una fase temprana por las medidas introducidas para contener la propagación del coronavirus. Mientras muchas ciudades luchaban contra las consecuencias de la pandemia, Milán convirtió esta crisis en una oportunidad para cambiar la ciudad y mejorar su resiliencia mediante la creación de mejores espacios públicos.

Puesto que los efectos del cambio climático aumentan año tras año, las ciudades están trabajando en estrategias de mitigación: la construcción de mejores infraestructuras, la aplicación de tecnologías innovadoras, la búsqueda de soluciones basadas en la naturaleza y la inversión en la educación de los ciudadanos, entre otras. De 2013 a 2019, la Fundación Rockefeller financió el programa 100 Ciudades Resilientes. Apoyó a cien gobiernos locales para que aumentasen la resiliencia y ayudó a crear un nuevo cargo, el director general de Resiliencia, que coordina y dirige los esfuerzos que realizan las ciudades para ser más resilientes y sostenibles. Tras el cierre del programa, dos nuevas organizaciones asumieron el legado, Resilient Cities Catalyst (RCC) y la Red Mundial de Ciudades Resilientes (GRCN, por sus siglas en inglés).

Desarrollando Ciudades Resilientes 2030 (MCR2030, por sus siglas en inglés) es una iniciativa de diversos actores liderada por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR, por sus siglas en inglés). Su objetivo es ayudar a que las ciudades desarrollen estrategias de resiliencia mediante el aprendizaje entre iguales y el intercambio de conocimientos. Más de 1.500 ciudades forman parte de MCR2030

La resiliencia urbana fue en 2022 uno de los temas fundamentales en el discurso multilateral. El G7, el G20, la Commonwealth y la Belt and Road Initiative, por ejemplo, han incluido referencias sin precedentes a las ciudades sostenibles, la urbanización y la acción multinivel en sus comunicados ministeriales o de jefes de Estado. Además, la presidencia de la COP27 presentó en 2022 la iniciativa Resiliencia Urbana Sostenible para la Próxima Generación (SURGe, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es mejorar y acelerar la acción climática local y urbana mediante la gobernanza multinivel, la participación y el cumplimiento a través de cinco vías integradas, contribuyendo así a alcanzar los objetivos del Acuerdo de París y los ODS.

Seguir aprendiendo

CGLU, en colaboración con UNDRR y ONU-Hábitat,
ha elaborado los Módulos de Aprendizaje sobre
Resiliencia para la localización del Marco de Sendai,
que ayudan a los gobiernos locales y regionales en
el desarrollo de acciones y estrategias de resiliencia.

Están disponibles en:
https://bit.ly/3YWsug8

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Manchester, Reino Unido
© Joe Cleary