En las dos primeras jornadas del Retiro de CGLU, los debates se centraron en el Poder de Nosotras y los compromisos adoptados en el Pacto para el Futuro de la Humanidad. Se discutieron los cuatro elementos que facilitan la aplicación del Pacto: bienes comunes, financiación, confianza y arquitectura de gobernanza.
El concepto de bienes comunes y la revolución de los cuidados cambiarán lo que entendemos por vivir juntos, ya que prestan atención a cuestiones como quién proporciona los servicios locales o qué personas se encargan de cuidar a las demás. CGLU confía en que este tipo de trabajo se mantenga en manos de entidades públicas y propone un cambio de poder, en el que lo público ocupe una posición más central y se celebre la diversidad. «Sin embargo, también hay que atreverse a reconocer que no siempre sabemos cómo conseguirlo del todo», reconoció Emilia Saiz, secretaria general de CGLU. Hay que establecer prioridades y alianzas transformadoras que faciliten la implementación y conviertan el poder del YO en el poder de NOSOTRAS. Lorena Zárate, de la Plataforma Global por el Derecho a la Ciudad, subrayó que los bienes comunes son la base de la vida, como la sostenibilidad, los derechos humanos, la democracia, el aire, el agua, la tierra, los bosques, la vivienda, la educación y los espacios públicos seguros, entre otros. Aunque muchas ciudades ya han avanzado en la dirección correcta y han delegado la gestión de las instalaciones de los bienes comunes en el sector público y comunitario, CGLU puede fomentar y poner en marcha una transformación aún mayor.
A menudo, la construcción de confianza está directamente relacionada con la financiación del trabajo de los gobiernos locales. Disponer de más fondos también significa ampliar las capacidades de la gobernanza local, que permite a los funcionarios municipales trabajar en temas como la resiliencia, los derechos humanos y la cultura. Aunque existen las herramientas para sufragar un enfoque más orientado a los bienes comunes, lo que haría posible su financiación, a menudo falta implementación. Tenemos que reunir experiencias, crear economías con igualdad de género y modernizar donde sea necesario. Carlos de Freitas, codirector del Fondo Mundial para el Desarrollo de las Ciudades (FMDV, por sus siglas en inglés), subrayó la falta de espacio institucional para debatir sobre financiación y economía locales.
Los gobiernos locales también se enfrentan al reto de la falta de confianza, a menudo agravada por los «poderes en la sombra». Con un amplio abanico de problemas, que van desde la corrupción hasta las empresas privadas que no quieren pagar impuestos, la cuestión aquí es cómo trabajar juntos y cómo apoyar a las ciudades y comunidades más pequeñas, en particular, para que afronten el desafío de la construcción de confianza. Una parte de ese trabajo se lleva a cabo en el Retiro de CGLU, en el que los oradores han reclamado audacia. Dos han sido los temas recurrentes: «Debemos debatir las ideas en las que no estamos de acuerdo» y «No se puede cumplir el Pacto hablando solo con los amigos». Katy Rubin, que trabaja con las personas sin hogar en el Gran Manchester (Reino Unido), practica un método llamado teatro legislativo, en el que la comunidad se reúne en torno a un problema local y comparte historias. Esta información se convierte en una obra de teatro destinada a un público diverso, que da lugar a debates y ensayos de políticas sobre el escenario. Entender de forma compartida la experiencia de vivir en la ciudad de diferentes personas aumenta la empatía, la comprensión y la confianza.
Se ha debatido mucho de las dificultades que tienen los gobiernos locales para ser escuchados, sobre todo durante una crisis humanitaria. ¿Cómo se puede garantizar que los gobiernos locales y regionales cumplen sus funciones y prestan los servicios necesarios incluso en circunstancias tan difíciles? Los participantes han coincidido en que son fundamentales tanto la acción local como la colectiva, que es en lo que se centra CGLU como red. El Pacto para el Futuro muestra cómo se puede incluir a todas las personas y perseguir el futuro que merecemos. Aunque se introducirán algunos cambios en el Pacto durante el Retiro, sigue siendo el marco unificador y orientador de CGLU. Además, los profesionales de los gobiernos locales deben hacer hincapié en la empatía y la inclusión para que las sugerencias y las palabras se conviertan en acciones. María Fernanda Espinosa, exministra de Ecuador, planteó la necesidad de un cambio en nuestro sistema de valores. Para ello, habría que cerrar la brecha entre gobierno y poder, fomentar la confianza y gobernar los bienes comunes. Si se evita una gobernanza en compartimentos estancos y se forman asociaciones de gobierno abierto, sería posible implementar el Pacto sobre la base de una comprensión compartida del mundo como ecosistema único con poder compartido.
Los participantes han coincidido en que el alcance del trabajo de CGLU va mucho más allá de la organización. Significa que es necesario reunir y catalizar para que otras partes interesadas actúen y hagan realidad las visiones del Pacto, como afirmó William (Billy) Cobbett, antiguo director de Cities Alliance. Así pues, CGLU debería articular lo que representa de forma muy clara y presentar una visión positiva del Pacto para el Futuro, lo que a su vez contribuiría a la construcción de confianza y a que destacaran los tres pilares del Pacto: Personas, Planeta y Gobernanza.
EL CUESTIONARIO
Aromar Revi, director y fundador del Instituto Indio de Asentamientos Urbanos (IHHS, por sus siglas en inglés) y asesor de Ubuntu de CGLU, participó en la sesión del Retiro de CGLU de la tarde del martes, 21 de febrero. Propuso tres transformaciones clave, incluidas en el Pacto para el Futuro de CGLU, para llevar a cabo la revolución de los cuidados: la solidaridad, la compasión y el intercambio. Argumentó que, para elevar el papel y la relevancia de los gobiernos locales y regionales a escala global, son necesarias la transformación de la naturaleza del poder, la transformación de la naturaleza de los recursos y el dinero, y la movilización de los ciudadanos.
Revi pidió a los asistentes que participaran en un cuestionario para ejemplificar la importancia de comprender lo complejo que es transformar un modelo de financiación y gobierno del siglo XX en otro del siglo XXI. A continuación, les retamos a responder a las mismas preguntas (las respuestas se publicarán mañana en el Municipal Times Journal).
- ¿Qué tamaño tiene la economía mundial (en dólares americanos)?
- ¿Cuál es el valor añadido anual de la economía mundial (en porcentaje)?
- ¿Qué porcentaje de ese valor añadido anual producen las administraciones locales?
- ¿Adónde va a parar ese valor añadido?