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RETOS CLIMÁTICOS EN 2024: PRESIÓN CRECIENTE

©Robert Bye. Hong Kong
©Eugenia Clara. Singapur
©Markus Spiske. Schlossplatz, Erlangen

A primera vista, la COP28 celebrada en Dubái en noviembre de 2023 fue un éxito. Por primera vez en treinta años de conferencias sobre el clima, el acuerdo final incluye las palabras “transición para el abandono de los combustibles fósiles”, reconociéndolos como el principal motor del cambio climático. Casi todos los países del mundo han firmado el acuerdo final, y el hecho de que una conferencia en un país dependiente del petróleo haya dado este resultado es sorprendente. 

Sin embargo, su carácter no vinculante deja decisiones cruciales en manos de los dirigentes nacionales. Como en muchos otros casos, el lenguaje audaz de un documento global a menudo se queda corto en la fase de aplicación, ya que depende en gran medida de cómo se traduzca en las políticas aplicables y la financiación. A pesar de la importancia histórica del lenguaje utilizado en la declaración final de la COP28, la eficacia de dicha declaración depende del compromiso y las medidas proactivas de cada país. La comunidad internacional, incluidos los gobiernos locales y regionales, las partes interesadas y los ciudadanos, están sometidos a una mayor presión para transformar las aspiraciones en acciones tangibles para lograr un futuro mundial sostenible y resiliente. 

El acuerdo de Dubái fracasó en muchos otros temas y sigue incluyendo lagunas para que continúe la producción y el consumo de carbón, petróleo y gas. Un nuevo fondo para pagar las “pérdidas y daños” del cambio climático es prometedor, pero no suficiente: como siempre, los compromisos financieros van con retraso. Desde su puesta en marcha, solo han recaudado 429 millones de dólares, una cifra casi diez veces inferior a los daños anuales estimados en los países en desarrollo, que ascienden a la asombrosa cifra de 400.000 millones de dólares. Esta disparidad pone de manifiesto la insuficiencia y la falta de compromisos concretos de la comunidad internacional para reforzar los fondos destinados a cubrir las necesidades urgentes de los más afectados. La falta de financiación sigue siendo uno de los retos importantes para alcanzar el objetivo principal del fondo.

En la COP28 también se realizó un primer balance de las medidas adoptadas en el mundo, que dejó claro que los países deben acelerar su acción climática para cumplir los objetivos del Acuerdo de París. Se están anunciando promesas internacionales de triplicar las energías renovables, actuar sobre la biodiversidad y reducir las emisiones de las empresas. Hasta ahora, 100 de los 200 países miembros se han comprometido a triplicar las energías renovables en el mundo para 2030, y a duplicar los índices de eficiencia para esa misma fecha. 

Ahora es el momento de actuar. Con el fenómeno de El Niño en su punto álgido, nos espera otro verano récord, que podría ser un anticipo de la década de 2030. Los antídotos son las energías renovables, el comportamiento de los consumidores, la descarbonización de la cadena de suministro, las estrategias de cero emisiones netas y una economía climática en crecimiento. Ayudan a que la adaptación al clima pase de la estrategia a la acción. Y el ejemplo de Alemania, que obliga por ley a hacer frente a las consecuencias del cambio climático, muestra otra vía de aplicación. 

La Administración Biden decidió el 26 de enero de 2024 pausar las nuevas exportaciones de gas natural licuado, dando un paso esencial para limitar la producción de combustibles fósiles y acelerar la transición a una economía de energía limpia. Biden subrayó que esta pausa “entiende la crisis climática como lo que es: la amenaza existencial de nuestro tiempo”. Con las próximas elecciones en la UE y en muchos países, como Estados Unidos, el Reino Unido y México, los votantes pueden llevar a las urnas su esperanza en el cambio climático. En la COP29 de Azerbaiyán, el mundo se reunirá de nuevo para evaluar los avances y, con suerte, promover aún más las acciones por el clima: ya no tenemos elección, y tampoco tenemos tiempo.

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