Urban Journalism Institute
©Mika Baumeister 

ACTUAR POR EL FUTURO DE LA HUMANIDAD

Emilia Saiz
Secretaria general de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU)

Un año después de la adopción de nuestro Pacto por el Futuro de la Humanidad, sigue intacta la voluntad de los gobiernos locales y regionales de contribuir a un futuro colectivo, sostenible y más justo que no deje atrás a nadie ni a ningún lugar. Esto no es poca cosa en un contexto de policrisis y choques globales que afectan enormemente a nuestra capacidad de acción, pero también al tipo de acción que será necesaria. 

Las experiencias acumuladas durante la pandemia y el contexto pospandémico han inspirado nuevos modelos de servicio y una gran conciencia de la necesidad de reforzar la apropiación de las comunidades sobre las políticas que deben dar forma al futuro. 

Desde el rápido aumento de las temperaturas en las zonas urbanas y la rápida evolución de la inteligencia artificial hasta la escalada de la incitación al odio y las tecnologías innovadoras para reducir los residuos, pasando por el futuro del trabajo y la agricultura sostenible, la demografía y su vínculo con la movilidad humana, la juventud, la accesibilidad y el acceso al agua, los retos y las oportunidades que nos aguardan resultan a la vez sobrecogedores y esperanzadores. 

Las tendencias a las que se enfrenta el mundo y las prioridades de la agenda internacional requerirán gobiernos locales y regionales empoderados e implicados para hacerlas nuestras y abordarlas en el centro de nuestras estrategias de localización. 

Una narrativa renovada para transformar los debates mundiales

A medida que nos acercamos a 2030, debemos trabajar en nuevos modelos que reflejen nuestras nuevas realidades. Las necesidades de nuestras poblaciones y de nuestro planeta deberán abordarse como una sola, incluida su necesidad de cuidados. Los gobiernos locales y regionales entienden que renovar el contrato social para mejorar la justicia y la sostenibilidad en la vida urbana exige adoptar una escala que abarque toda la ciudad y toda la región. Significa replantearse cómo se prestan los cuidados, quiénes son los cuidadores y las cuidadas, su papel en la sociedad y cómo pueden protegerlos las instituciones

Los gobiernos locales y regionales creemos que los cuidados y la igualdad van de la mano. Por ello, estamos comprometidos con una agenda de igualdad que garantice los mismos derechos para todos, empodere a mujeres y hombres por igual y sitúe el bienestar de las personas y de nuestro planeta como máxima prioridad. Asegurar la participación igualitaria y significativa de las mujeres en la vida pública y política es un requisito previo para desarrollar sociedades sanas e igualitarias que no dejen a nadie atrás.


Entendemos que un mundo igualitario es pacífico, por lo que desarrollamos una construcción de la paz basada en el cuidado y el aprecio de nuestras diferencias. Con el desarrollo de la Nueva Agenda para la Paz del secretario general de la ONU, los gobiernos locales y regionales están demostrando ser, ahora más que nunca, esenciales para construir la paz desde la base. Los esfuerzos locales de consolidación de la paz y la localización de la agenda para la paz exigen abordar las causas profundas de los conflictos, como la pobreza, la desigualdad y la falta de acceso a la educación y la sanidad, contribuyendo a la prevención y resolución de disputas. 

Los gobiernos locales y regionales son actores políticos decisivos en la localización de todas las agendas globales, abordando las desigualdades estructurales con los derechos humanos, la igualdad de género y el cuidado como palancas transversales. Al fomentar el desarrollo sostenible desde la base, la localización de los ODS se convierte en un poderoso catalizador para construir sociedades resilientes, más igualitarias y pacíficas.

© Pascal Bernardon

Gobiernos locales que garantizan un futuro mejor para nuestras poblaciones

La Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) cumplirá treinta años en 2024. Este hito arroja luz sobre la importancia de dar prioridad a los derechos y aspiraciones de nuestras poblaciones. Los gobiernos locales y regionales son una parte integral para asegurar la localización de la CIPD, y en su 30.º aniversario, estamos trabajando hacia un paradigma renovado sobre demografía situando las necesidades de todos en el centro. 

La localización de la CIPD es esencial para conseguir un mundo sin pobreza, en el que todas las personas tengan el mismo acceso a la salud como un bien común global y local, y en el que la atención se preste a través de la provisión de servicios básicos. Es un recordatorio de que la prestación de servicios esenciales es, quizá la mayor herramienta para revertir las desigualdades sociales y territoriales, desarrollar soluciones a los retos y oportunidades del crecimiento de la población y ofrecer un mundo mejor a los más de ocho mil millones de personas que viven en él. 

Las posiciones que el movimiento municipalista ha hecho suyas —la defensa de nuestros bienes comunes, la democracia local y los mecanismos de financiación renovados— son esenciales para lograr un futuro mejor para nuestras poblaciones. El movimiento está dispuesto a desempeñar su papel en una agenda común renovada y ambiciosa, centrada en un mundo posterior a 2030, que mire hacia un futuro mejor.

Hacia la Cumbre del Futuro y más allá

La próxima Cumbre del Futuro, en la que está prevista la adopción del Pacto para el Futuro de las Naciones Unidas, debería ser un momento crucial para el futuro del multilateralismo y para acelerar los compromisos y las acciones destinadas a localizar las agendas universales de desarrollo. Sin embargo, en el contexto actual, el camino hacia la Cumbre plantea preguntas sin respuesta: ¿cómo será el panorama en los cinco años que quedan para alcanzar nuestros objetivos? ¿Están nuestras comunidades adecuadamente representadas? También deja preguntas sin respuesta para nuestro movimiento: ¿cuál es la nueva frontera después de esta Cumbre? ¿Cuál es nuestra mejor posición para lograrlo? 

Con estas realidades como telón de fondo, los gobiernos locales y regionales están poniendo muchas esperanzas en este proceso para contribuir a la redefinición del desarrollo sostenible. Esto implica un examen exhaustivo de la arquitectura financiera que sustenta las iniciativas de desarrollo y un lugar diferente para la prestación de servicios locales en los planes futuros. 

Al imaginar un mundo con nuestra comunidad en el centro, también se nos insta a repensar nuestras estructuras. Necesitamos un sistema financiero internacional que esté en condiciones de responder a las necesidades de la sociedad. A través de una gobernanza financiera inclusiva y sana, debemos fomentar un entorno de confianza y transparencia en todas las instituciones y gobiernos que reconstruya los lazos entre nuestras comunidades y sus gobiernos. 

El resultado de la Cumbre del Futuro debe basarse en los conocimientos y experiencias de las comunidades locales. Estamos en camino de garantizar que estas visiones y ambiciones se lleven a la práctica. Este es el camino para alcanzar las agendas universales de desarrollo: trabajar unidos por un mundo más igualitario, pacífico y solidario para todos.

©Siavosh Hosseini 
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